Republica Dominicana

Historia

Antecedentes

La zona que hoy constituye lo que es el Parque Nacional Mirador del Norte, remonta sus orígenes a la década de los 50’s. En esta década era propiedad de Don José David Rodríguez quien desarrolló actividades de agricultura y ganadería en toda su superficie. Años más tarde, adquirió el terreno contiguo perteneciente al coronel Manuel Emilio Castillo. Dicho terreno comprendía unas dos mil tareas y contaba, además, con el exuberante fondo de los ríos Isabela y Yaguasa, al igual que pequeños lagos y lagunas por toda su extensión. Estas tierras, remanso refugio y retiro de Don José, conocidas como “Rancho Tamarindo”, primero, y posteriormente “Hacienda Santa Cruz”, fueron declaradas de utilidad pública en varias ocasiones.

Siendo durante el periodo histórico conocido como el régimen de Rafael Leonidas Trujillo, la primera vez que el gobierno mostró interés por esta propiedad, debido a la existencia de una mina de caliche que se encontraba en su interior. En ese momento, dada la situación que acaecía en el país y tras la muerte del tirano, los terrenos no pasaron a manos del Estado.

Posteriormente, durante las primeras gestiones de gobierno del Presidente Joaquín Balaguer, específicamente en 1966, el Gobierno volvió a interesarse por esta gran extensión de terreno de aproximadamente unos cinco (5) kilómetros de longitud y un (1) kilómetro de ancho, declarándolo nuevamente de utilidad pública, a los fines de levantar el Cementerio Cristo Redentor. Este hecho no logró materializarse, debido a que le fueron presentados los terrenos que hoy día ocupa este Campo Santo en la Sección de los Peralejos.

En los albores de la década de los 90’s, el Dr. Balaguer nuevamente se interesó por los terrenos antes mencionados, pero en esta ocasión traía como propósito crear un área protegida, es decir, levantar un parque urbano que cambiara el concepto de los ya existentes en el país. Para tales fines le asignó la planificación y diseño de la obra al arquitecto Tomás Hernández Ramos, quien le dió a estos terrenos un tratamiento paisajístico y dotó de infraestructura, con miras a la atención y prestación de servicios a los visitantes. En 1992, mediante el Decreto Núm. 312-92, fueron declarados de utilidad pública los terrenos donde hoy se erige el Parque Nacional Mirador del Norte, iniciándose su construcción en Enero de 1993, quedando concluido a principios de 1996 e inaugurado el 11 de junio de ese mismo año. La inversión de dicha obra superó los 450 millones de pesos.

Dentro de la inmensidad del parque algunos artistas han dejado su impronta, entre los cuales podemos mencionar: el monumento al trabajo, la familia, la exaltación a la naturaleza, etc. Para enmarcar aún más el nuevo concepto de los parques urbanos, se crea mediante el Decreto No. 132-96, un Patronato vinculado a la Presidencia de la República y conformado además por un Consejo Directivo y una Dirección Administrativa para velar por la conservación, preservación y buen manejo de las instalaciones construidas y los recursos naturales y culturales que allí convergen. Dicho Patronato fue presidido por el Arquitecto Rafael Tomas Hernández Ramos, quien fungía como presidente del mismo y la Administración del Parque a cargo del Arquitecto Emilio Carreras, siendo este último sustituido en abril de 1996, por el Dr. Luís Mejía.

En la actualidad el Decreto antes mencionado fue derogado por el Decreto Núm. 733-01, mediante el cual se crea un nuevo Patronato y una Administración General, así como también, cuatro Direcciones complementarias, dándoles una mayor cobertura al despliegue de sus funciones y responsabilidades, principalmente al Administrador General, ya que se le ha conferido la autoridad de poder nombrar y suspender al personal de la institución.

 




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